El salón azul y el salón rojo

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Nos adentramos ahora en dos de los salones más importantes del Casino: el azul y el rojo. 

El juego fue una de las principales fuentes de ingresos para el Círculo Oscense. No solo billares o ajedrez en los ámbitos comunes, también juegos de azar en los torreones, a puerta cerrada. Salón rojo

Los problemas con la autoridad a causa de los naipes desde 1910, y la posterior prohibición de estos juegos por parte de la dictadura de Primo de Rivera, repercutieron seriamente en el presupuesto de la asociación. Por ello, los salones norte y sur, hoy conocidos como “rojo” y “azul”, no llegaron a ser tan suntuosos como se planeó en un principio a pesar del parquet de roble y caoba obra del reputado ebanista Francisco Arnal. 

Pese a ello, todavía pueden admirarse sus techos abovedados en yeso con molduras y decenas de bombillas. Aún hoy, estos salones siguen acogiendo partidas de cartas y ajedrez.

En el salón azul nos quedan dos recuerdos del pintor oscense Félix Lafuente. Uno, el lienzo “Ansotanos”, de gran tamaño, en la pared del salón. El otro se esconde en uno de los torreones en los que antaño se jugaba a esos juegos prohibidos. Es un cuadro del edificio del casino, cuando aún tenía los torreones coronados por tejadillos, cuando era joven y miraba al futuro con esperanza.

* Fotografías cedidas por Vicente Lachén

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