Ya el 15 de enero de 1658 se celebraron festejos taurinos para celebrar el nacimiento del príncipe Felipe Próspero, hijo del rey Felipe IV, en un paraje de forma rectangular denominado "Campo del Toro", en el barrio de Tenerías.
La primera plaza de obra que se construyó en Huesca fue inaugurada el 10 de agosto de 1850 y se erigió sobre el solar, y con los materiales de derribo, de la iglesia de San Juan. Permaneció en funcionamiento hasta que fue derribada el 22 de agosto de 1920.
El actual coso abrió por primera vez sus puertas el 10 de agosto de 1929 (como se verá, la fecha del 10 de agosto, día de San Lorenzo, se repite una y otra vez en todos los acontecimientos taurinos importantes) con una corrida de toros del hierro de “Sánchez Rico” en la que actuaron Antonio Márquez, Manolo Martínez y Félix Rodríguez. En 1987 la plaza fue totalmente remozada, siendo su aforo actual de unas 7.000 localidades. Dispone de un ruedo de 45 metros de diámetro, cuatro vomitorios y seis escaleras que dan acceso a los tendidos y a la grada superior. Además de la puerta grande tiene siete puertas de acceso para el público. Posee cuatro amplios corrales, con diez chiqueros y desolladero. También dispone de una completa enfermería, capilla y oficinas empresariales.
A lo largo de los años en su albero han tenido lugar cuatro alternativas: la de Jesús Gracia el 10 de agosto de 1953, la de Raúl Zorita el 10 de agosto de 1988, la de Tomás Luna el 10 de agosto de 2001 y la de su hermano Diego el mismo día de 2005. Como hecho curioso merece la pena citar que en el coso de Huesca hizo su último paseíllo en una plaza aragonesa el sin par Manuel Rodríguez, "Manolete". Lo hizo el 11 de agosto de aquel fatídico 1947, lidiando toros de "Luis Calle", de procedencia Domecq, acartelado junto a Juanito Belmonte y Paquito Muñoz. Al 5º de la tarde, un toro manso y complicado, "Manolete" le cortó una oreja. Desde su inauguración en 1929 la plaza de toros oscense ha celebrado, año tras año, su Feria Taurina de San Lorenzo.
Las Peñas con sus pancartas y sus charangas, y la Banda de Música de Huesca, contribuyen a conformar ese particular ambiente festivo de la plaza de toros de Huesca. A las ortodoxas corridas de feria se suman otros festejos populares como las matutinas sueltas de vaquillas o la tradicional becerrada a beneficio de las Peñas.