La mañana del 10 de agosto, festividad de San Lorenzo y por ello mismo día grande de las fiestas laurentinas, se inicia con uno de los momentos más emocionantes y esperados por los oscenses: la interpretación por los Danzantes de Huesca de sus cinco dances tradicionales ante la basílica del patrón de la ciudad.
La actuación de los Danzantes da comienzo a las 8,30 horas. Uno tras otro, a los sones de la Banda Música de Huesca, se suceden los diversos dances: Espadas, Palos viejos, Palos nuevos, las Cintas y el Degollau. Los Danzantes los bailan jaleados por cientos de personas, que han preferido en muchos casos no dormir esa noche para conseguir el mejor lugar en la plaza, todavía de madrugada.