La albahaca en Huesca es una planta de culto, símbolo del origen de la fiesta, nacida en el barrio de los antiguos hortelanos de la ciudad, los que cada verano han visto, y ven aún hoy, florecer las matas en su huerta.
No es muy común en Huesca el uso de la albahaca como aderezo en la comida. Sirve más bien de adorno, se pasea en la mano, se lleva prendida en el ojal e incluso se deposita sobre el mármol para recordar a los que ya no están.
En San Lorenzo, la albahaca es el color y el olor de la fiesta.