El Casino de Huesca
Construido entre 1901 y 1904, el Círculo Oscense conserva su fuerza original. Atalaya y emblema de Huesca, esta joya modernista guarda el acontecer cotidiano del último siglo, acaecer de luces y sombras, de íntimas y fastuosas historias ciudadanas.
Nacido como sede del Partido Liberal, impulsó en aquel cambio de siglo el ímpetu emancipador de una burguesía ansiosa por renovar caducos sistemas. Se levantó asimismo como sede del Círculo Oscense, club social y recreativo que le da nombre, fundado en 1877. Para su sostén, abrió salas de juego, siendo conocido como el Casino.
Su diseño vanguardista, funcional y polivalente, resiste el paso del tiempo. La burguesía progresista renunció al academicismo y llamó al arquitecto catalán Ildefonso Bonells, que fundió ideas neoclásicas con las de Wagner, Gaudí, Doménech, Montaner o los Castillos del Loira. En el corazón de Huesca, este baluarte loiranés amalgama elementos urbanos, arquitectónicos, paisajísticos y monumentales. Sus volúmenes trazan una escultura horizontal y de encuentro. La puerta arabesca labrada por Francisco Arnal abre un mundo de esculturas, vidrieras y tapices al abrigo de las pinturas de Pascual Aventín. Muebles, relojes, vajillas. Todo se escogió con exquisito esmero.
Si el modernismo creó una nueva dimensión social y cultural, el Círculo Oscense nació con ese espíritu. Su afán liberal por lo público, el acierto en aunar al club privado al uso la idea naciente de casa de la cultura, lo erigieron en epicentro de la vida local, de cita y reunión: recepciones, fiestas, carnavales, banquetes; exposiciones, conferencias; cursos de idiomas, lectura, recitales, veladas literarias; ajedrez, billar, juegos de azar.
Con la dictadura de Primo de Rivera, sin juego, sin partidos y sin cuotas de socios, perdió sus ingresos. La Segunda República lo convirtió en Casa de la Cultura, la Guerra Civil en hospital militar y en 1951 pasó al Ayuntamiento de Huesca y resurgió. Alojó a la biblioteca estatal, a la primera sala de televisión, al Club de Montaña Peña Guara, al Orfeón Oscense, a la Escuela de Jota, a la Peña Zoiti, pionera de la cultura local. Lugar idóneo para celebraciones familiares y profesionales, aquí arribaron y confluyen oscenses con inquietudes sociales, ávidos de saber y de libertad.
La pervivencia del club Círculo Oscense lega el ambiente castizo del tradicional casino, mentidero secular con aroma a café, prensa, envites y tertulias. El Ajedrez Jaque es el otro Club que desde 1947 evoca al Círculo primitivo. Ambos comparten crónicas y espacio con la poesía, el teatro, la música, la danza, las artes plásticas y digitales.
El Círculo Oscense, fue una sociedad recreativa fundada a finales del Siglo XIX por D. Manuel Camo Nogués, concretamente el 21 de octubre de 1877. El 24 de enero de 1900 se firma la escritura de propiedad de la huerta denominada "La Torreta" donde se ubicará el edificio, iniciándose su construcción hacia 1900, inaugurado en las Fiestas de San Lorenzo en el año 1904 en su primera fase, el cuerpo central, es uno de los monumentos más interesantes de la arquitectura modernista Oscense. La última fase de su construcción se inició en julio de 1910 y finalizó en mayo del año 1911.
Este casino tuvo un período de espléndido desarrollo, con notable influencia en la vida social de la Ciudad durante el primer cuarto de siglo. Los recursos económicos se obtenían holgadamente con las aportaciones de los socios y con los beneficios obtenidos por la sala de juego. La prohibición de éste, supuso una acusada disminución de ingresos, y, sus actividades disminuyeron.
En el año 1982 pasó a ser una Fundación Pública Municipal, con arreglo al artículo 85 del Reglamento de Servicios de las Corporaciones Locales.
En el año 1986 el Consejo Rector solicita al Ayuntamiento que se encargue la ejecución de un Proyecto Director de reforma de todo el edificio, encargándose los arquitectos Ramón Sanromán y Pedro Claver.
En 1994 bajo la dirección del D. Javier Avellanas se estudia la iluminación del edificio, y se instalan 72 focos con una potencia de 10.144 watios.
En el año 2004 se conmemora el centenario del Casino con la realización de un sello, una medalla y un cupón de la once con la fachada del edificio, se instala el vitral del escudo de Huesca y al año siguiente el vitral con el anagrama del círculo oscense.
Hoy, el Círculo Oscense protagoniza un renovado auge cultural. En su segunda planta, la sede del Festival Internacional de Cine Ciudad de Huesca. A la izquierda de su planta principal, otrora biblioteca, el restaurante taberna Lillas-Pastia, premiado por varias guías gastronómicas, recrea la escena de la ópera Carmen. Y a su derecha, el Café del Arte promueve conciertos, muestras e iniciativas culturales, como lugar donde más de cien años después se afanan en convivir el ocio, la creatividad y la vida social.
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