Autor: Eduardo Cajal Marzal
Localización: Cruz de Las Miguelas, Huesca, España
Emplazamiento: El monumento se ubica en una de las entradas a la ciudad en el espacio denominado popularmente la rotonda de 'Las Miguelas' dentro de la Ronda Montearagón de Huesca. Este monumento se complementa con otra pieza situada a unos pocos metros de distancia denominada 'El corral', la cual está ubicada en el mirador de ladrillo rojo de la zona de la rotonda de Las Miguelas, muy próximo al puente de San Miguel.
Colaboradores: La empresa TDI S.C DISEÑO INDUSTRIAL fue la encargada de construir e instalar la escultura.
Materiales: Las piezas están conformadas por una chapa de aluminio cuya pieza original tenía unas dimensiones de 3’02 x 1’52 x 0’10 m. Cada una de las esculturas fue recortada de esta pieza primigenia de aluminio
Dimensiones (altura/anchura/profundidad): La obra se compone de diez piezas de aluminio que poseen las siguientes dimensiones. El pastor mide 2’42 x 0’9 x 0’1 m mientras que el resto de animales tienen las siguientes medidas 1’24 x 0’41 x 0’1 m; 1’27, 0520 x 0’1 m; 1’29 x 0’58 x 0’1 m; 1’3 x 0’42 x 0’1 m; 1’99 x 0’545 x 0’1 m; 1’3 x 0’72 x 0’1 m; 1’18 x 0’78 x 0’1 m; 1’31 x 1’05 x 0’1 m; 0’7 x 0’49 x 0’1 m.
Cronología: La fecha original del proyecto encargado por el Ayuntamiento de Huesca es en el año 2005, dentro del acuerdo alcanzado con el Gobierno de Aragón a través de la empresa pública Suelo y Vivienda. Sin embargo, un año después el Ayuntamiento de Huesca encargó al escultor que hiciera otra pieza complementaria a la primera, esto es, a 'La Trashumancia'. La segunda pieza denominada 'El corral' situada en el mirador de la zona de la rotonda de Las Miguelas se colocó 8 de noviembre del 2006.
Promotor: El Alcalde de Huesca Fernando Elboj encargó la ejecución del monumento directamente al escultor. El promotor de la obra es el Gobierno de Aragón a través de la empresa pública Suelo y Vivienda.
Propietario: Ayuntamiento de Huesca.
Inscripciones: No constan.
Biografía del representado: El monumento representa un concepto, la Trashumancia, cuya práctica tiene su base en dos fenómenos naturales que, a su vez están relacionados entre sí. Por un lado, las diferencias en producción primaria provocadas por las estaciones y, por otro, la migración animal. Para materializar esta idea Eduardo Cajal Marzal ideó diez piezas de aluminio que suponen una alegoría a una actividad muy importante hace años en Huesca. Las diez piezas se distribuyen no sólo dentro de la citada rotonda sino que algunas de ellas se dispersan por los alrededores, ubicándose en las proximidades de la muralla de la ciudad.
Crónica: El Ayuntamiento encargó al escultor oscense Eduardo Cajal Marzal la realización de un monumento que se ubicaría en la Ronda Montearagón, en concreto en la llamada rotonda de las Miguelas. Este proyecto fue encargado como parte del plan de recuperación urbana que se estaba llevando a cabo en ese momento por parte del Ayuntamiento de Huesca. El escultor oscense propuso la idea de rendir homenaje a una de las grandes actividades socioeconómicas aragonesas tradicionales, la Trashumancia. El Equipo de Gobierno del consistorio oscense vio esta idea como algo adecuado, dada la realidad histórica e idiosincrasia de la ciudad. Un año después se propuso una pieza complementaria para que fuera ubicada en la zona de la rotonda de las Miguelas. Allí se colocó el vaciado o, si se prefiere, el negativo de la plancha metálica de aluminio de la que se habían obtenido las figuras de la obra “La Trashumancia”. Este negativo (de 3 x 1’5 x 0’5 m de aluminio) se titula ‘El corral’. Se colocó en una especie de caja soporte realizada en vidrio especial y metal que contiene los moldes de donde se extrajeron las piezas que componen la pieza de la que se sacó el conjunto. El espacio donde se ubica el monumento es un cruce de caminos en el que confluyen el pasado (restos de las murallas de la ciudad, la iglesia del convento de San Miguel y el puente de San Miguel) y el presente (el parque de la Universidad) que quedan, gracias a este monumento, enlazados. Esta segunda pieza se realizó por acuerdo del artista con el alcalde Fernando Elboj Broto, quien encomendó la ampliación del citado proyecto 'La Trashumancia', con el fin de relacionar constructivamente todo el proceso y generar un guión didáctico del proyecto para ayudar a comprender las ausencias de las piezas instaladas. La idea era potenciar el área urbana comprendida entre el río Isuela, la ronda Montearagón y la zona de Tenerías con el fin de conformar un campus universitario oscense con entidad, así como vertebrar los barrios del Perpetuo Socorro, Santo Domingo y San Martín y Casco Antiguo.
Comentario: La obra pretende ser un homenaje a la historia del medio rural explicando cómo el mundo de la montaña se unía en otro tiempo con el llano mediante el proceso de la trashumancia, hecho que suponía un importante cruce cultural, ya que mediante la traslación del ganado para conseguir mejores pastos entre verano e invierno, se entremezclaban ambos mundos. El proceso de desarrollo del proyecto se basó en un trabajo escultórico previo que el autor ya tenía hecho o bien avanzado en un grado muy importante. Se trata este núcleo primigenio de un trabajo múltiple, de 500 piezas, realizadas en aluminio macizo denominado "La Serie Abierta" y que es el que sirvió de base para la obra “La Trashumancia”, siendo el resultado final una elección escogida de diez piezas determinadas de la mencionada serie. El autor conformó un grupo escultórico compuesto por una pieza que representa a una figura humana (el pastor de casi dos metros y medio de altura) y otra que representa a un perro estableciéndose una relación entre ambos basada en el trabajo simbiótico que desempeñan durante el recorrido trashumante. La obra la completan dos piezas más que representan otros animales, como son la oveja y el lobo, base del proceso de búsqueda de pastos y amenaza velada sobre la misma. Al darle el título de “La Trashumancia”, según afirma su autor, las piezas pierden su poder abstracto para pasar a ser entendidas por el espectador sin más lectura que el observar los elementos en el espacio. Esta idea se ve enfatizada al encontrarse la obra sita en un espacio de acceso tan particular como la citada rotonda. Por ello se concibió la obra teniendo en cuenta el espacio de la misma y también fuera, con el fin de conseguir un equilibrio en la acción global del conjunto, así como una lectura más clara para el ciudadano.
Bibliografía: J.O., "Descartan responsabilidad penal en el encargo de la escultura 'El corral'", en Diario del Altoaragón, Huesca, 2 de julio de 2012.
Ficha: Natalia JUAN GARCÍA
Biografía del autor: Eduardo Cajal Marzal nació el 22 de octubre de 1966 en Fraella (Huesca). Eduardo Cajal es escultor y diseñador industrial, se define como autodidacta aunque tiene estudios de ingeniería en la Universidad de Zaragoza. Canaliza su actividad artística a través de la empresa TDI, Taller de diseño industrial en Huesca. Ha recibido numerosos premios artísticos. Ha colaborado con diferentes despachos de arquitectos, museos y otras instituciones.